Toda la carne a la parrilla


No queda otra
Así es, no hay vuelta atrás (de hecho, nunca la hay, pero ahora esa frase tiene un significado mucho mas potente), ya no tengo tiempo para estudiar.

Cuando pienso en eso me imagino algo así como si me estuviera presentando para un trabajo o algo por el estilo. "Señorita PSU, esto es lo que soy, esta es mi experiencia, le dejo mi curriculum".
Una cagada.
A pesar de todo, lo tomo muy relajadamente, pero sin descuidar el peso que significa y lo que convella el sacar algún buen resultado.


Me siento como muerto; irónicamente, necesito destruirme. AHORA!

Estoy a dos meses de mi cumpleaños

Y a una semana y 3 días de la PSU.


Alguna vez se han detenido de golpe preguntarse algo así como: "Why am I here?", "Cuál es el propósito de mi vida?", "Vine a este mundo para dejar algo?". Bueno, si alguna vez lo hiciste, es porque estabas en plena pubertad pensando que eres el creador de tu realidad y toda esa caca solipsista. NADIE que haya encontrado fama y trascendencia lo hizo porque se lo propuso, sólo las encontró al desarrollar su pasión, esa cosa que puede hacer como nadie mas, su talento, su don; es más, no se dió cuenta de que lo que hacía era grande hasta recibir un Nobel o algo por el estilo.
Deja de ilusionarte.
A pesar de que esto no es malo (de hecho, todo lo contrario, ya que empieza a instaurar las bases de la filosofía de vida, los propósitos y metas que tendrá el individuo) sí es una porquería cuando a la persona nunca le dan ese puñetazo de REALIDAD INCONTROLABLE y no deja de creer que es un diosito o que podrá llevar a cabo una rebelión contra la vida.

Por qué hablé sobre eso? porque me dió la gana empezar así.

Creo que a mis 18 años aún no tengo el puñetazo de realidad, pero sí me he sentido como si me dieran cachetadas mientras duermo o como si alguien me empujara y cayera al suelo:

  1. Fracasar en la PSU (Fue de esos porrazos que te hacen ver que no eres un súper estudiante)
  2. Vivir con el Ludueña en Valpo (Esa cachetada fue en la oreja, y en invierno)
  3. Quedarme en la casa haciendo preu (La cachetada me esta llegando ahora, qué haré si no logro entrar el próximo año?)
  4. El que mi papá comience su propio negocio (Tendré que trabajar para él, hay algo mejor?)

Estos, obviamente, no son ejemplos de lecciones de vida ni golpes duros, pero sí me hacen ver que a medida que crezco se me están presentando desafíos, los cuales tendré que sortear y no siempre podré salir airoso, estoy comenzando a vivir.
Esto se pone bueno.